¡Quién fuera ratoncillo en el Caserón de Atocha para buscar por sus rincones los proyectos «olvidados» de sus ministros! Sí, esos que durante sus respectivos mandatos nos machacan repetidamente, ocupan decenas de titulares, dan bastantes quebraderos de cabeza a funcionarios, asesores y demás personal del Ministerio de Agricultura y que, con el tiempo, se quedan en agua de borrajas.
Haciendo un escueto repaso desde comienzo de siglo y milenio, encontramos varios ejemplos que a los veteranos del agro seguro que les sonarán, ¡y mucho!
¿Recuerdan el empeño de Miguel Arias Cañete durante su primera legislatura en sacar un Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural? A lo largo de un par de años se celebraron multitud de encuentros, foros y reuniones, (13 sectoriales y 17 autonómicas) en las que participaron alrededor de 2.700 personas para terminar pariendo un documento del que, ¿alguien sabe algo?
Pese a que, quien lo desee, puede ojearlo a través de la página web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se desconoce si ha sido de ayuda o si, a día de hoy, casi 13 años después, dicho análisis todavía está vigente.
Con toda probabilidad, la sucesora de Miguel Arias Cañete, Elena Espinosa, no lo tuvo como libro de cabecera. Ella prefirió centrarse durante sus casi dos legislaturas en diseñar, lanzar y poner en funcionamiento la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural.
Este proyecto fue ambicioso, muy complejo e innovador, ya que se quiso dar al desarrollo rural un enfoque horizontal, involucrando a otros ministerios como Educación, Sanidad, Fomento,… Aunque la normativa se aprobó en diciembre de 2007, apenas se había comenzado a desarrollar a finales de 2011, quedando en el recuerdo de muchos la infinidad de reuniones que convocaba la Dirección General de Desarrollo Rural, con Jesús Casas a la cabeza.
¿Y qué pasó con esta Ley? En teoría sigue vigente, pero en la práctica está muerta. Al regreso de Arias Cañete al Ministerio de Agricultura, se decidió dejarla aparcada en un rincón, sin nada de presupuesto, aduciendo que no era un prioridad del Gobierno del PP en momentos de fuerte crisis económica.
¿Alguien se atreve a adivinar cuál será el proyecto olvidado de la actual ministra Isabel García Tejerina? Aunque es obvio que falta perspectiva temporal para saberlo, de momento queda claro que su promesa de celebrar elecciones al campo no se ha cumplido y que la normativa que tiene que poner en marcha toda esta maquinaria tampoco está desarrollada.
Por su parte, confiemos en que uno de sus grandes objetivos, la Ley para mejorar el funcionamiento de la cadena agroalimentaria y la constitución del AICA se mantenga en el tiempo y sea apoyada por gobiernos venideros, sean del color que sean, al igual que la normativa de fomento a la integración cooperativa.
A puertas de unas elecciones generales, ya ha habido quien ha hecho su balance positivo y negativo de la política agroalimentaria y rural del Gobierno de Rajoy. Pero cuando se usa una perspectiva más amplia que la de los últimos cuatro años, es evidente que todos los ministros establecen sus prioridades, dejando de lado grandes proyectos que quedan en esos rincones de Atocha a los que sólo tienen acceso los ratoncillos.
[Nota: Rosa Aguilar fue ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino de octubre de 2010 a diciembre de 2011, tiempo en el que se centró en conseguir consensos sin llevar adelante ningún gran proyecto político].